Adquirir un patrimonio es una de las metas que muchos nos planteamos en algún momento de la vida, el decidir cuándo y cómo realizarlo dependerá factores totalmente personales. Sin embargo, hay aspectos que nos pueden ofrecer una guía para tomar esta importante decisión.

1. Definir una meta de inversión

Muchos solemos considerar la inversión en bienes raíces como una manera de ahorro, y por supuesto que es una de las mejores decisiones, pues de acuerdo a los expertos en finanzas la inversión inmobiliaria puede ofrecer un rendimiento de hasta 12% anual.

Por lo cual, si está pensando en invertir, es importante definir si tu inversión será para vivir, rentar, o una primera etapa para en un corto plazo vender a un precio superior y adquirir otra propiedad.

2. Planes Financiamiento Inmobiliario

Si la planeación financiera y los ahorros son lo tuyo, seguramente tendrás una cantidad inicial para conformar tu patrimonio, lo cual te permitirá acceder a planes de financiamiento inmobiliario con las mejores condiciones.

Sin embargo, si no cuentas con un ahorro inicial, hay planes de financiamiento inmobiliario que te permiten iniciar con una baja inversión.

En cualquiera de los dos casos es importante que hagas un comparativo a profundidad respecto de las opciones que existen en el mercado, y elegir los que tengan opciones de tasas de interés más bajo, que no tengan penalización por pagos directo a capital y que el monto inicial este dentro de tu capacidad de pago.

3. Tipo de inmueble

Depende del momento en que te encuentres, la inversión inmobiliaria puede presentarse como una gran oportunidad para buscar tu plenitud financiera, por lo cual el definir el tipo de inmueble a invertir dependerá del tiempo en que esperas el retorno de tu inversión y el uso que pretendas dar.

Si tu inversión es para adquirir una vivienda y utilizarla, deberás considerar aspectos como la ubicación, tamaño, amenidades, acceso a servicios de educación, salud, comercio y centros de trabajo.